Rincones sorprendentes en cada pueblo del litoral. |
Playas tranquilas en la zona oriental de la Costa Tropical. |
La
denominación ‘tropical’ es el nombre genérico que recibiría,
pues, la Costa de Granada; aunque tal peculiaridad climática no
viene a ser –afortunadamente- la generalidad, pues junto a los
auténticos vergeles que crecen en las vegas y laderas de La
Herradura, Almuñécar, Salobreña o Motril; destaca la aridez de la
zona oriental de la Costa, donde el Cabo Sacratif y la sierra del
Conjuro suponen una frontera natural que delimita áreas completamente
distintas, pero enormemente ricas en cuanto a su propia economía y
no digamos en lo referente al paisaje... Podemos trasladarnos, en muy
poco tiempo, desde la profusión vegetal del valle de Río Verde
(Jete, Otívar, Lentejí....) hasta las serranías de la Contraviesa.
Desde
el ambiente cosmopolita y turístico de Almuñécar, La Herradura,
Motril y Salobreña a una zona oriental que abre un abanico inmenso
de rutas, poblaciones y una increíble variedad gastronómica y
enológica. Podemos citar Gualchos, Albuñol, Rubite, Polopos...
poblaciones, municipios que se derraman literalmente sobre la Costa
en infinidad de pequeños núcleos urbanos que se alinean a pocos
kilómetros unos de otros; a occidente son poblaciones ya
considerables, como Torrenueva, Calahonda y Castell de Ferro. Más a
oriente, el visitante descubre las aguas cristalinas y la accidentada
pero bella geografía que rodea a La Mamola, Castillo de Baños,
Melicena, La Rábita, El Lance... y otros muchos más enclaves donde
la vida se ralentiza y donde es posible encontrar costumbres y
actividades económicas casi únicas en Andalucía. Todo ello sin
pasar por alto, porque no se puede pasar por alto, el elenco de
pueblos de extraordinaria belleza, monumentalidad y, no exageramos,
espectacularidad como Vélez de Benaudalla, Molvízar, Itrabo, Los
Guájares.... poblaciones asomadas, unas, al mar y otras a la propia
Sierra Nevada o a un interior rico en paisajes de montaña.
La
Costa Tropical de Granada mantiene intacta la singularidad de
poblaciones como Salobreña y que ha creado zonas de indudable
atractivo turístico como Marina del Este (término municipal de
Almuñécar) o la cada vez más impresionante Playa Granada, en
Motril. Ello, sin pasar de largo por la ‘Perla de Andalucía’,
junto a las cristalinas aguas de Carchuna, la línea litoral de
Castell de Ferro o los nuevos desarrollos hoteleros situados en el
entorno de Taramay (Almuñécar).
Y
todavía más. Para los que busquen recorrer lugares menos
concurridos e integrados en la cotidianeidad de nuestros pueblos y
ciudades; podemos recomendar un recorrido muy peculiar por el casco
antiguo de Almuñécar y subir hasta el mismo Castillo de San Miguel;
caminar por el Albaycín salobreñero, perderse por las inmensas
playas de Motril y pasear en el atardecer de su Puerto, subir al
bello y casi escondido pueblo de Lújar... En fin, un gran lienzo
para dibujar sin prisas.
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